Maltrato y Alzheimer: indicadores y consejos sobre cómo actuar

Las personas que padecen demencia son un colectivo altamente expuesto a recibir algún tipo de maltrato o abuso. No obstante, detectar si una persona con Alzheimer está sufriendo maltrato puede ser complicado. Para propiciar la toma de conciencia ante esta realidad, la Confederación Española del Alzheimer ha elaborado el informe “El maltrato en las demencias”. En este artículo presentamos algunos de los indicadores que en él se recogen para reconocer y detectar señales de abuso.  

Maltrato y Alzheimer: ¿cómo detectarlo?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define como maltrato a una persona mayor cualquier acto “que le cause daño o sufrimiento, así como la no adopción de medidas apropiadas para evitar otros daños, cuando se tiene con dicha persona una relación de confianza”. Son situaciones que pueden tener graves consecuencias y acarrear importantes daños físicos y morales. El maltrato puede manifestarse en diversas formas:

• El maltrato por negligencia: irresponsabilidad de una persona que está al cuidado de otra.
• El maltrato físico: acciones que van acompañadas de violencia.
• El maltrato psicológico: actos de rechazo, insultos y críticas constantes.
• El maltrato sexual: actos sexuales sin el consentimiento de la persona afectada.
• El maltrato financiero: estafa, robo o uso fraudulento de bienes.
• La violación de los derechos humanos: privación de libertad, seguridad, intimidad...

El maltrato a las personas con Alzheimer o algún tipo de demencia suele producirse en el seno de la familia, por parte de profesionales o asistentes en el domicilio o en los servicios que recibe o instituciones que los atienden. 

Las personas con demencia, en muchos casos, no identifican la situación de abuso o maltrato que estás padeciendo o no la da a conocer, bien sea por las dificultades cognitivas que padecen o por el temor a las consecuencias. Por ello, es importante prestar atención a las quejas de la propia persona referidas a situaciones de abandono o agresión, así como saber reconocer las señales de maltrato o desatención. En el informe “Maltrato y Alzheimer” se presentan diversos indicadores atendiendo a los diversos tipos de maltrato:

Maltrato por negligencia o cuidados inadecuados

• Falta de higiene y cuidado personal o en el entorno.
• Vestimenta inapropiada.
• Enfermedades o lesiones no tratadas, desnutrición, deshidratación, etc.
• Mal cumplimiento terapéutico, medicación excesiva o insuficiente, etc.
• Ausencia de apoyo a la movilidad, gafas o audífonos cuando son necesarios.
• Deterioro continuo de la salud de la persona afectada sin motivo aparente.

Maltrato físico o sexual

• Presencia de lesiones, fracturas, cortes, heridas, quemaduras, etc.
• Aparición de enfermedades de transmisión sexual o infecciones, hemorragias, dolores o lesiones en las zonas genitales.
• Dolor al caminar o sentarse.
• Cambios en el modo habitual de comportarse.
• Cambios frecuentes de médico o centro asistencial.

Maltrato psicológico

• Modificación de los hábitos alimentarios y/o dificultades para dormir.
• Actitud de temor o confusión.
• Autoestima baja, pasividad, retraimiento o depresión.
• Muestra de temor hacia las personas cuidadoras.
• Cambios de actitud o muestras de agitación ante el responsable del maltrato.

Maltrato financiero

• Movimientos en las cuentas corrientes, injustificados o pérdida de dinero.
• Desaparición de activos o piezas de valor.
• Cambios de testamento cuando la persona ha perdido capacidad de tomar decisiones.
• Atención recibida o nivel de confort no acorde con la situación económica de la persona. 

¿Cómo actuar frente al maltrato en personas con Alzheimer?

Es de suma importancia que cualquier institución que cuente con servicios de atención o cuidados para personas con Alzheimer u otros tipos de demencia disponga de procedimientos y protocolos para la detección y denuncia de cualquier situación de maltrato.

El papel de la sociedad ante situaciones de maltrato y Alzheimer es fundamental para detectar señales de alerta o situaciones que puedan inducir a sospecha. Cualquier situación de abuso o maltrato debe ser denunciada ante la policía, el juzgado o la fiscalía.