¿Qué y cómo son los centros de día para mayores?

Con el envejecimiento, es frecuente que aparezcan patologías y diversas situaciones que generen dependencia, sea de índole física o cognitiva, como sucede en el caso de la enfermedad de Alzheimer y de otras enfermedades neurodegenerativas, conlleven o no demencia. Este tipo de situaciones provocan necesidades de atención específica y de apoyo a las familias, que desempeñan un papel crucial en los cuidados. Los centros de día para mayores son un recurso social intermedio que representan una opción adecuada para el aumento de calidad de vida de las personas mayores dependientes y del núcleo familiar, particularmente, de las personas cuidadoras. Hablamos de ello en este artículo.

¿Qué son los centros de día para mayores?

Los centros de día para mayores dependientes son un recurso social intermedio que se define como centro socioterapéutico y de apoyo a la familia. En él, se presta atención en horario diurno a las necesidades básicas, terapéuticas y sociales de la persona mayor dependiente promoviendo su autonomía y favoreciendo la permanencia en su domicilio.

Son equipamientos de atención sociosanitaria en los que se presta una atención centrada en la promoción de la salud, la continuidad del tratamiento y la estimulación, todo ello orientado a favorecer la calidad de vida y el bienestar de las personas mayores dependientes y a ofrecer apoyo a sus familias.

En este tipo de centros se ofrece una atención especializada a personas mayores con diverso grado de dependencia, sea física o cognitiva, orientada a mejorar o mantener la autonomía personal.

Los profesionales de los centros de día cuentan con una formación adecuada para poder llevar a cabo una intervención personalizada, para lo que se suele desarrollar un plan de atención individualizado (PAI) para cada usuario. El perfil de estos profesionales es diverso y variable dependiendo del tipo de centro y/o de las necesidades específicas de los usuarios: dirección, administración, enfermería, terapia ocupacional, gerocultura, trabajo social, psicología, medicina, fisioterapia… 

El hecho de ser un servicio de atención diurna permite que las personas mayores usuarias no se desvinculen de su domicilio y entorno de referencia, permitiendo evitar o posponer el ingreso en una residencia pudiendo hacer prevalecer el hecho de que la persona pueda continuar viviendo en su casa. 

¿Qué servicios ofrecen los centros de día para mayores?

Los centros de día para mayores no son, simplemente, un lugar para mantener entretenida o vigilada a la persona usuaria, sino que en ellos se ofrece tratamiento y asistencia a sus necesidades específicas. Dentro de los servicios que podemos encontrar en estos centros, los hay de distintos niveles:

• Servicios básicos: transporte, manutención y asistencia en las actividades de la vida diaria. A menudo, representan una gran ayuda para aquellos familiares cuidadores que, bien por problemas de adaptación del domicilio, bien por otros derivados de la discapacidad física o cognitiva de su ser querido, les resulta muy difícil llevar a cabo algunas actividades de higiene en casa, como puede ser la ducha. 
• Servicios terapéuticos: atención psicológica, terapia ocupacional, fisioterapia, talleres y actividades de ocio y de estimulación cognitiva, logopedia, atención médica u otros cuidados básicos de salud. 
• Servicios complementarios: peluquería, podología, grupos de apoyo a la familia, charlas sobre temas específicos, servicio de atención domiciliaria, etc. 

Tipos de centros de día para mayores

Algunos centros de día para mayores están especializados en la atención de enfermedades específicas, como el Alzheimer u otras formas de demencia. 

Atendiendo a su titularidad jurídica, existen tres tipos de centros de día para mayores.

• Públicos, que dependen de la Administración.
• Privados con plazas concertadas, cuya titularidad corresponde a una entidad no lucrativa o a una entidad mercantil y que cuenta con una parte de sus plazas concertadas con la Administración.
• Privados, sin plazas concertadas.

El coste a abonar por una plaza en un centro de día para mayores será variable conforme a la titularidad jurídica del centro en cuestión, a la cuantía fijada por la entidad y a las variables relacionadas con el uso de sus prestaciones, desde las horas de asistencia, al uso o no del transporte adaptado, el número de comidas que se realicen en centro, o el uso de servicios complementarios. 

Beneficios derivados del uso de un centro de día para mayores

Tanto la persona mayor dependiente como sus familiares pueden obtener beneficios por acudir a centros de día. 

Entre otras cosas, la persona mayor dependiente puede:

• mantener o recuperar autonomía personal, retrasando o previniendo mayores grados de dependencia;
• aumentar su autoestima y sentimiento de eficacia;
• potenciar sus capacidades cognitivas y funcionales;
• aumentar su grado de socialización y mejorar su estado de ánimo;
• poder seguir viviendo en su domicilio.

Pero también la familia se suele ver beneficiada del uso del recurso de los centros de día para mayores, no solo por saber que su ser querido va recibir los cuidados y atenciones que precisa durante el día, sino que permite que la persona cuidadora principal disponga de más tiempo para sí misma y pueda cuidarse, reduciendo el riesgo de agotamiento físico y emocional, además de, en algunas situaciones familiares, prevenir o disminuir conflictos familiares relacionados con la atención a la persona dependiente.

En resumen, los centros de día para mayores representan una buena opción para personas con dependencia y sus familias, ofreciendo atención integral durante el día y promoviendo la autonomía y el bienestar. Con una variedad de servicios, que van desde cuidados básicos hasta  terapias específicas, estos centros brindan apoyo tanto a las personas que asisten como a familiares cuidadores, facilitando la calidad de vida de las personas mayores en su entorno familiar.