Cómo el Alzheimer afecta a la persona cuidadora
Nadie está preparado para cuidar de un familiar con Alzheimer. A menudo, la enfermedad aparece en un momento en la que uno espera disfrutar de una nueva etapa en su vida, la de la jubilación, para descansar, viajar, pasar más tiempo en familia…
Pero el Alzheimer rompe todos los planes. Y no solo los de las personas que han sido diagnosticadas, sino también los de su entorno más cercano. A largo plazo, la persona cuidadora va viendo cómo se reducen todos los aspectos de su vida personal, laboral y social por su dedicación creciente, y al final casi exclusiva, a la persona enferma.
Esto puede terminar convirtiéndolo en una persona “enferma oculta”, experimentando lo que se conoce como ‘síndrome de sobrecarga de la persona cuidadora’. Si no cuenta con el apoyo y recursos necesarios, quien cuida puede llegar a desarrollar problemas físicos y psicológicos asociados al estrés, la ansiedad, la depresión y la frustración. A este desgaste, físico y mental, hay que añadir el daño emocional de sentir que un ser querido pierde en vida sus recuerdos y su esencia.
¿Qué podemos hacer para ayudarlos?
Desde la Fundación Pasqual Maragall investigamos la prevención del Alzheimer para cambiar la historia de esta enfermedad. Apostamos también por la mejora de la calidad de vida de las personas enfermas y de quienes los cuidan. Por su entrega, paciencia y amor, en estas fechas, ellos son sus verdaderos Reyes Magos.
El Alzheimer roba años de vida tanto a las personas afectadas como a las personas cuidadoras. Por ello, esta Navidad, pedimos a las instituciones competentes que la investigación de esta enfermedad sea una prioridad.
Solo con más investigación seremos capaces de vencer al Alzheimer.