Cuando la madre de Josep María fue diagnosticada de Alzheimer tenía 85 años. Entonces él pensó que se trataba de una enfermedad muy común en personas mayores, que era lo más normal.
Sin embargo, cuando empezó a informarse sobre el Alzheimer, se dio cuenta de que personas con 50 años también podían padecer esta enfermedad. Fue entonces cuando pensó que tenía que hacer algo. Y lo hizo.
“Llegué a la conclusión de que solo tenía dos maneras de ayudar a mi madre”
Josep María pronto llegó a la conclusión de que solo tenía dos maneras de ayudar a su madre. La primera, “hacerla reír”. Y la segunda, “intentar recaudar dinero para la investigación”. Pronto se dio cuenta de que con ello también estaba ayudando a otras personas que, como su madre, están siendo diagnosticadas o lo estarán en el futuro.
En su caso lo tenía bastante complicado. Se enfrentaba solo al reto de recaudar dinero para donarlo a la investigación y quería hacerlo desde su puesto de trabajo: el de un autónomo, transportista. “Desde la cabina de mi camión”, añade, “y con el propósito de donarlo a una entidad que pudiera hacer algo para la investigación”.
“Cuando me empecé a informar vi que la Fundación Pasqual Maragall era una buena opción. Luego me he dado cuenta de que acerté de lleno”, explica.
“Me puse en contacto con el director de la Fundación Pasqual Maragall, el doctor Jordi Camí. Pensé que me diría que tenía mucho trabajo. Y lo que hizo fue decirme que siguiera adelante y que se quitaba el sombrero ante mi iniciativa de recaudar dinero desde la cabina de un camión”.
Más de 100.000 euros recaudados para luchar contra el Alzheimer
Y Josep María lo ha conseguido. Su empeño de luchar por la investigación de esta enfermedad lo ha llevado a organizar varias comidas solidarias. En la primera fue capaz de reunir a 170 personas y recaudar 9.000 euros, que destinó íntegramente a la investigación del Alzheimer en la Fundación Pasqual Maragall.
La más reciente se celebró en mayo de 2017. Contó con más de 600 personas y reunió 23.000 euros. Con su voluntad y persistencia ha conseguido recaudar 100.000 euros, que han ido a parar directamente a la investigación de esta enfermedad.
“No esperaba el inmenso pago que he recibido con todo esto”
La madre de Josep María vivió durante seis años con Alzheimer. Pero tras su fallecimiento, él no ha dejado de luchar. Dice que no podía imaginar “el inmenso pago que he recibido con todo esto”.
“No me lo esperaba”, afirma. Josep María sigue luchando con la misma ilusión y con la voluntad de ayudar. Cree que si él ha podido hacerlo, sencillamente desde una cabina de camión, todo el mundo puede. “Solo hace falta empeño”.
“Aconsejo a todo el mundo que ayude, porque hace falta. Si no hay dinero, no se puede investigar”, añade.
Cuenta que poner en marcha este proyecto le ha hecho sentir bien y reconciliarse como persona con otra gente. “He descubierto a muchas personas que no podía imaginarme que estarían aquí, pero que están. La experiencia ha sido sencillamente preciosa”.
