Nuestro día a día en la Fundación: juntos para vencer al Alzheimer
El Alzheimer es uno de los grandes retos de nuestro siglo. A medida que la esperanza de vida aumenta, el número de casos aumenta. En el mundo se diagnostica un caso nuevo de Alzheimer cada minuto.
Se calcula que hay 46 millones de personas que sufren demencia, en la mayoría de los casos se trata de Alzheimer. Si no hacemos nada por evitarlo, en 2050 esta cifra se habrá multiplicado por tres.
Investigamos cómo cambiar la historia de esta enfermedad
Dijo Pasqual Maragall que en ningún lugar está escrito que el Alzheimer sea invencible. Por eso trabajamos para cambiar la historia de esta enfermedad.
Uno de los proyectos más importantes de la Fundación Pasqual Maragall es el Estudio Alfa para la prevención de la enfermedad de Alzheimer, en el que participan más de 2.743 participantes voluntarios dispuestos a derrotar a esta enfermedad.
Sabemos que los daños que esta enfermedad causa en el cerebro pueden haberse iniciado hasta 20 años antes de la manifestación de los primeros síntomas. Esos cambios funcionales y estructurales se producen en el cerebro de manera silenciosa. Si fuéramos capaces de retrasar el inicio de la enfermedad unos cinco años, el número de casos se reduciría aproximadamente a un tercio.
Para conseguirlo, avanzar en la prevención es clave. Necesitamos saber qué ocurre en el cerebro antes de que el Alzheimer se desarrolle. Tenemos que actuar antes de que sea demasiado tarde, cuando los daños son ya irreversibles.
La Fundación Pasqual Maragall cuenta con un equipo científico de 50 investigadores y profesionales que trabajan para la detección precoz y la prevención del Alzheimer.
Cuidando a los cuidadores de personas con Alzheimer: los grupos terapéuticos
Otra parte fundamental de la Fundación son los grupos terapéuticos para cuidadores. En ellos participan familiares y quienes cuidan de personas con Alzheimer, que reciben asesoramiento sobre cómo cuidar de las personas con Alzheimer, comparten sus emociones en grupo y aprenden a cuidarse a sí mismos.
Los cuidadores son personas que viven bajo una gran presión emocional. Por eso en muchos casos sufren problemas psicológicos y de salud, como depresión, ansiedad o sensación de sobrecarga.
El bienestar de una persona con Alzheimer depende del bienestar de sus cuidadores. Las personas que han participado en los grupos terapéuticos afirman que estos les han servido para comprender la enfermedad, convivir con ella y contar con más herramientas para gestionarla, tanto en fases tempranas, como más adelante, a medida que el Alzheimer va progresando.
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