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Hablemos del Alzheimer
El blog de la Fundación Pasqual Maragall
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Etiquetas de los alimentos: la clave para una alimentación equilibrada


Llevar una alimentación variada y equilibrada es indispensable para aportar a nuestro cuerpo todos los nutrientes que nuestro cuerpo necesita. 

La dieta tiene un papel fundamental en la salud de nuestro cerebro. Si la cuidamos, contribuiremos a una mejor salud global y a que nuestro cerebro sea más resistente al desarrollo de enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer.

Las etiquetas que encontramos en los alimentos aportan una información muy interesante que no deberíamos pasar por alto si queremos que nuestra alimentación sea equilibrada, saludable y segura. Pero, ¿sabes qué información nos ofrece el etiquetado de los alimentos? En este artículo lo contamos en detalle.

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La información nutricional, fundamental para una alimentación equilibrada

La información nutricional de las etiquetas de los productos nos permite conocer el valor nutritivo de los alimentos. De este modo, podemos compararlos entre ellos y escoger el que más nos convenga según nuestras necesidades.

El contenido de nutrientes del producto se suele expresar para 100 gramos o 100 mililitros, aunque a veces también puede aparecer por porción. Los datos que se incluyen son:

  • El valor energético: expresado en kilocalorías (kcal) o kilojulios (kJ).
  • Las proteínas: presentes en una diversidad de alimentos, como carne, pescado, huevos, leche y derivados o legumbres.
  • Los hidratos de carbono: pueden ser azúcares, como la sacarosa, la fructosa, la lactosa y la glucosa. O almidones, presentes, entre otros,  en el arroz, la harina, la pasta y las patatas.
  • Las grasas: saturadas (de origen animal, bollería, aceites de coco y palma...), cuyo consumo debería limitarse, mientras que otras son mucho más saludables, como las monoinsaturadas (las nueces y el aguacate son dos ejemplos particularmente ricos en ellas) y poliinsaturadas (las encontramos, básicamente, en el aceite de oliva, el pescado azul, los frutos secos y las semillas de girasol).
  • La fibra: legumbres, frutas, verduras y productos integrales.
  • Las vitaminas y minerales: presentes en los alimentos en cantidades muy pequeñas. No tienen valor energético, pero su aportación es indispensable para el funcionamiento del organismo.
  • El sodio: presente en la sal, que la contienen muchos más alimentos de los que seguramente imaginamos.

La composición de los alimentos

Otra información de interés para una alimentación equilibrada es la composición del producto. Aquí se incluye información sobre sus ingredientes o el grado de alcohol en las bebidas, entre otras.

En las etiquetas de los alimentos también encontramos información de interés para personas con alergias, como los ingredientes con capacidad alergénica que están presentes o pueden estarlo, así como su contenido en gluten y si se presenta o no como apto para personas celíacas.

El origen y la conservación de los alimentos

Algunos de los datos fundamentales a los que deberíamos prestar atención en las etiquetas de los alimentos son los siguientes:

  • La naturaleza del producto y del tratamiento al que se haya sometido (por ejemplo, en polvo, ahumado, congelado, etcétera). 
  • Se indica también el nombre y la dirección del fabricante y del distribuidor, así como una marca identificativa del país y la provincia o región de origen, en el caso de  productos de origen animal.
  • Además de las condiciones de conservación para que el alimento se mantenga en buen estado, en el etiquetado se indica la fecha de caducidad, a partir de la cual el alimento se empieza a deteriorar y no se garantiza la seguridad de su consumo, y la fecha de consumo preferente, para alimentos de larga duración, que indica la fecha hasta la que se garantizan las propiedades óptimas de gusto, aroma y olor del alimento.
  • También podemos encontrar las indicaciones para el consumo del producto, así como distintivos de origen (denominaciones de origen, por ejemplo) y de calidad (como es el caso de la producción ecológica), que permiten una rápida identificación y garantizan que el producto se ha elaborado siguiendo unas normas específicas.

Así pues, las etiquetas de los alimentos son clave para conocer la información nutricional, la composición, el origen y la conservación de los productos que compramos. Si tenemos en cuenta estos factores, nos será más fácil saber elegir los artículos más saludables y mantener una dieta equilibrada, como uno de los hábitos de vida relevantes para la prevención del Alzheimer.

Categorías: Consejos y cuidados

28.02.2022

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Acerca del autor

En la Fundación Pasqual Maragall investigamos la detección y prevención de la enfermedad de Alzheimer, promocionamos un envejecimiento saludable y trabajamos para mejorar la calidad de vida de las personas afectadas y cuidadoras.

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