Cómo procurar la seguridad en el hogar de las personas con Alzheimer

Cómo procurar la seguridad en el hogar de las personas con Alzheimer

7 min lectura
20 noviembre, 2025
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    La seguridad en el hogar se vuelve especialmente relevante cuando conviven personas con Alzheimer u otras formas de demencia. Por esta razón, es recomendable adoptar ciertas medidas para procurar su seguridad y la de las personas con las que conviven. En este artículo, ofrecemos algunos consejos y recomendaciones para adaptar el hogar y que sea un lugar más seguro.

    La seguridad en el hogar de personas con Alzheimer

    Las personas con Alzheimer y demencia pueden tener dificultades para recordar cosas cotidianas como cerrar un grifo o apagar el fuego. A esto hay que sumarle que, conforme avanza la enfermedad, disminuye la agilidad mental y física. En consecuencia, hay más riesgo de accidentes domésticos

    El hogar ha de ser un lugar seguro, pero también un espacio que permita preservar la autonomía de la persona con demencia o Alzheimer. Para promover su calidad de vida, así como su autoestima y dignidad, es recomendable tratar de fomentar su independencia. Seguir viviendo en casa tras el diagnóstico, siempre que sea factible, es una buena opción. 

    Sin embargo, es necesario hallar un equilibrio entre la seguridad en el hogar y la autonomía de las personas con demencia, lo cual puede suponer un reto. Con algunas adaptaciones en diferentes espacios del hogar, es posible facilitar la realización de tareas cotidianas a la que vez que velar por su seguridad. 

    Principios generales para un hogar seguro

    Un hogar seguro para una persona con Alzheimer no consiste únicamente en eliminar riesgos físicos. También implica crear un entorno comprensible, accesible y predecible que permita mantener la autonomía el mayor tiempo posible, reforzando la dignidad y la participación activa. Las adaptaciones ambientales adecuadas pueden facilitar actividades cotidianas, optimizar el rendimiento de las capacidades cognitivas y funcionales conservadas, y reducir la carga de las personas cuidadoras.  

    Con el avance de la enfermedad, pueden aparecer dificultades para orientarse en el espacio, procesar estímulos complejos o recordar secuencias básicas de acción. Estos cambios incrementan la probabilidad de situaciones potencialmente peligrosas, como dejar una fuente de calor encendida o tropezar con objetos en el suelo. Por este motivo, un principio esencial es anticiparse al riesgo y adaptar el entorno de forma progresiva, evitando cambios bruscos que puedan aumentar la desorientación.

    Un espacio claro, estable y ordenado contribuye a reducir la exigencia cognitiva para desenvolverse en él. Mantener el mobiliario en su lugar, procurar una iluminación homogénea y eliminar obstáculos facilita la movilidad y disminuye la probabilidad de caídas. Estas modificaciones del entorno deben facilitar la vida diaria y ofrecer beneficios psicológicos, tanto a la persona afectada como a quienes conviven con ella. 

    Resulta especialmente importante respetar la autonomía. La finalidad de la seguridad no es restringir la movilidad, sino permitir que la persona siga participando en actividades significativas sin exponerse a riesgos innecesarios. Es importante asumir que ningún entorno ofrece riesgo cero: intentar eliminar toda posibilidad de accidente puede derivar en restricciones innecesarias y pérdida de autoestima. 

    De hecho, el uso de sujeciones físicas en el hogar —como atar a una persona a una silla o a la cama— se considera inadecuado, ya que vulnera derechos básicos, deteriora la confianza y puede aumentar la agitación, la irritabilidad o desencadenar conductas agresivas. La alternativa más recomendable es contar con un entorno correctamente adaptado, que permita reducir riesgos sin limitar la libertad de movimiento.

    La previsibilidad es otro principio clave. Mantener rutinas estables, horarios consistentes y objetos cotidianos en los mismos lugares ayuda a disminuir la ansiedad y favorece la orientación. Cuando sea necesario introducir cambios —como reorganizar el mobiliario o incorporar dispositivos de seguridad— conviene hacerlo gradualmente, explicando el motivo con frases sencillas y ofreciendo acompañamiento durante el periodo de adaptación.

     

    FPM - La seguridad en el hogar de personas con Alzheimer (1)

    Medidas de seguridad por zonas del hogar

    A continuación, repasamos algunas medidas para procurar la seguridad del hogar de las personas con Alzheimer u otras formas de demencia.

    En general, en toda la casa: 

    • Mantener el espacio limpio y libre de obstáculos con los que se pueda tropezar. Evitar cables sueltos, alfombras, etc.
    • Procurar que las estanterías, cajones y armarios sean de fácil acceso. Evitar que estén tan altos como para que requiera subirse a algún sitio para llegar a ellos o abrirlos. Reservar los menos accesibles para elementos o utensilios potencialmente peligrosos.
    • Evitar muebles con esquinas afiladas o añadir protectores.
    • Cerrar correctamente la puerta principal, así como las ventanas, incluso bloquearlas si se percibiera una situación de alto riesgo.
    • Tener apuntados en un lugar visible los números de teléfono de emergencia.

    En la cocina:

    • Asegurarse de que todos los electrodomésticos estén apagados y desenchufados cuando no se estén utilizando.
    • Etiquetar los alimentos o productos alimentarios con la fecha de caducidad y almacenarlos correctamente. 
    • No guardar productos de limpieza en la cocina para evitar su confusión con productos comestibles o asegurarse de estar a buen recaudo.
    • Instalar un detector de humo y priorizar, si es posible, una cocina eléctrica antes que una de gas.

    En el baño:

    • Retirar los pestillos o instalar un sistema para poder abrir desde fuera para poder acceder en caso de accidente o indisposición de la persona.
    • Instalar luces con sensores para facilitar el uso del baño, ya que encontrar el interruptor puede ser difícil, especialmente durante la noche. 
    • Instalar barras de seguridad para que la persona afectada pueda agarrarse fácilmente. De esa manera se pueden evitar resbalones y caídas. 
    • Procurar que el acceso y uso del inodoro sea lo más cómodo y ágil posible. Esta es una de las medidas recomendadas en el abordaje de la incontinencia, particularmente cuando es por urgencia miccional. 
    • Si es posible, priorizar el plato de ducha a la bañera, para facilitar el acceso y salida, así como la ayuda necesaria en la higiene, y colocar una alfombrilla antideslizante. 
    • Tratar de limitar la temperatura del agua para evitar quemaduras, sea regulándola desde la propia caldera o instalando grifos con limitadores de temperatura.

    Las medidas a tomar serán más o menos necesarias o restrictivas en función de la fase de la enfermedad y, por tanto, será imprescindible adaptarse a los cambios inherentes a su avance.

    Tecnología y dispositivos para reforzar la seguridad en el hogar

    El uso de tecnología accesible puede ayudar a crear un entorno más seguro para una persona con Alzheimer, apoyando la autonomía y reduciendo riesgos en situaciones cotidianas. Sin embargo, antes de instalar cualquier dispositivo o sistema de monitorización, es fundamental respetar la dignidad, la privacidad y las preferencias individuales. Siempre que sea posible, conviene explicar de forma sencilla para qué sirve cada herramienta, pedir consentimiento, implicar a la persona en la decisión y ajustar su uso a las necesidades reales.

    Las tecnologías disponibles hoy en día pueden ofrecer apoyo valioso en el hogar, pero no sustituyen la presencia humana ni el acompañamiento emocional. Su objetivo es complementar y facilitar la vida diaria, no vigilar ni restringir injustificadamente. En casos dudosos, el equipo profesional de referencia puede orientar sobre el equilibrio entre seguridad y derechos.

    Sensores de movimiento y presencia

    Estos dispositivos permiten detectar actividad en lugares clave del hogar —como pasillos o baños— y son especialmente útiles durante la noche, cuando aumenta el riesgo de desorientación y caídas. Algunos modelos pueden activar luces automáticamente, reducir tropiezos y enviar avisos a las personas cuidadoras si se detecta un patrón inusual, como levantarse repetidamente de la cama. Para quienes tienen tendencia a deambular, se consideran herramientas preventivas que no limitan la libertad de movimiento.

    Detectores de caídas

    Existen pulseras, relojes y colgantes con sensores capaces de identificar movimientos bruscos que puedan derivar en caídas. Cuando ocurre una caída o accidente, estos dispositivos envían alertas inmediatas a familiares, amistades o servicios de emergencia. Su utilidad aumenta cuando la persona afectada pasa ratos sola o se desplaza por diferentes estancias del hogar. Para que funcionen correctamente, es recomendable revisar la batería con regularidad y asegurarse de que el accesorio resulte cómodo de llevar.

    Alarmas inteligentes y monitorización ambiental

    La instalación de sensores conectados a aplicaciones móviles puede avisar en tiempo real de situaciones potencialmente peligrosas como humo, fuego, fugas de gas, inundaciones o apertura de puertas y ventanas. En el caso de la cocina, ofrecen una capa adicional de seguridad sin impedir que la persona continúe realizando actividades domésticas significativas. Además, algunas plataformas permiten consultar la actividad desde un teléfono móvil, lo que puede aportar tranquilidad a quienes acompañan desde la distancia.

    Cerraduras automáticas y control de accesos

    En determinadas fases de la enfermedad, puede ser recomendable limitar el acceso a áreas de riesgo, como garajes, terrazas o cocinas. Las cerraduras electrónicas permiten regular estas zonas y abrirlas desde un dispositivo móvil. También pueden evitar que la persona salga del domicilio sin darse cuenta, especialmente durante la noche o en episodios de desorientación. Es importante, no obstante, evitar el uso de estas tecnologías con enfoques restrictivos excesivos o con connotación de encierro: la prioridad sigue siendo la autonomía.

    Sistemas de localización

    Algunos relojes o llaveros con GPS permiten conocer la ubicación en caso de desorientación en exteriores. Este tipo de herramientas puede reducir la angustia ante episodios de pérdida temporal y facilitar una respuesta rápida. Idealmente, se deben presentar como un apoyo práctico, no como un mecanismo de control.

    Cámaras de vigilancia

    Aunque pueden resultar útiles en situaciones concretas, su uso debe estar muy bien valorado. La instalación de cámaras en estancias privadas vulnera la dignidad y la intimidad. Si se utilizan, conviene hacerlo únicamente en zonas comunes, con consentimiento informado y con el objetivo de resolver dudas puntuales —por ejemplo, observar si la persona se ha levantado tras una caída—.

    La seguridad en el hogar requiere un equilibrio entre protección y respeto

    Mantener la seguridad en el hogar de una persona con Alzheimer implica combinar medidas prácticas, sensibilidad y respeto. Adaptar el entorno, incorporar tecnología útil y mantener rutinas previsibles puede reducir riesgos sin comprometer la autonomía. La clave es acompañar con empatía, revisar las necesidades de forma periódica y asumir que el riesgo cero no existe. Con pequeños cambios progresivos, es posible favorecer el bienestar y la convivencia, preservando la dignidad de la persona con demencia y su participación en las actividades cotidianas.

    Preguntas frecuentes

    ¿Qué riesgos de seguridad en el hogar son más comunes en personas con Alzheimer?

    Los riesgos de seguridad más frecuentes son caídas, desorientación espacial, uso inadecuado de electrodomésticos y riesgos en la cocina o el baño.

    ¿Cómo puedo mantener la seguridad en el hogar sin limitar la autonomía de la persona?

    Algunas opciones para mantener la seguridad sin limitar la autonomía pasan por combinar supervisión discreta, rutinas claras y pequeñas ayudas tecnológicas que permiten que la persona participe en su día a día sin sentirse controlada.

    ¿Qué señales indican que la seguridad en el hogar ya no es suficiente para una persona con demencia?

    Algunas señales que indican que la seguridad del hogar no es suficiente pueden ser incremento de la confusión, salidas inesperadas, accidentes repetidos o dificultad para reconocer y manejar adecuadamente objetos cotidianos.

    Referencias y enlaces de interés

    Publicado originalmente el 11 de mayo de 2023, actualizado el 20 de noviembre de 2025.

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