Recursos sociales
A continuación, detallamos los recursos sociales a los que es posible acceder de manera pública o privada.
1. Servicio de atención domiciliaria
Puede incluir dos tipos de ayuda. La atención de las necesidades del hogar (limpiar, preparar la comida, lavar la ropa, etcétera) y la del cuidado personal (higiene, vestirse, desvestirse, etcétera). Se pueden complementar con otros servicios tecnológicos de apoyo, como por ejemplo la telealarma, la teleasistencia y otros productos de apoyo (movilidad, transferencias, etcétera).
Durante un tiempo pueden ser muy útiles para mantener el nivel de autonomía de una persona en su domicilio y mejorar su calidad de vida.
2. Centros de día
Son centros que ofrecen acogida diurna para favorecer la recuperación y el mantenimiento de la autonomía personal y social. También ofrecen apoyo a las familias y pueden incluir servicios de manutención, transporte, seguimiento médico y fisioterapia, entre otros. Para acceder es preciso tener reconocido un grado de dependencia.
3. Centros residenciales
Ofrecen alojamiento, manutención, acogida, convivencia, apoyo personal y atención especializada permanente (en ocasiones también temporal). Para acceder a las residencias públicas hay que tener reconocidos los grados II o III de dependencia y haberse dado de alta en una lista de espera de, como máximo, tres residencias. Lamentablemente, las listas de espera pueden superar los tres años.
4. Centros sociosanitarios especiales
Son un recurso social que prestan atención especializada, sanitaria y social de media y larga duración para personas que sufren enfermedades crónicas que causan discapacidad o enfermedades en fase terminal. Su personal está formado por equipos sanitarios y sociales interdisciplinares.
5. Grupos terapéuticos para personas cuidadoras
Las personas cuidadoras de personas con Alzheimer tienen que aprender a cuidar de la persona enferma, pero también de sí mismos. Muchas personas cuidadoras pueden experimentar problemas físicos y/o psicológicos, como depresión, ansiedad o sensación de sobrecarga. Para evitar estos problemas de salud es importante romper el aislamiento y facilitarles el hecho de compartir vivencias y emociones.
Los grupos terapéuticos para personas cuidadoras que regularmente organiza la Fundación Pasqual Maragall se basan en una metodología que ha sido validada científicamente. Están dirigidos por un psicoterapeuta que, en diferentes sesiones grupales, dota a las personas cuidadoras de herramientas que les permitan comprender la enfermedad, mejorar la atención que se ofrece a la persona con Alzheimer y, sobre todo, mejorar su propio bienestar.
6. Unidades de descanso para la persona cuidadora
Se trata de un servicio de residencia temporal para personas con Alzheimer, que facilita un período de descanso a la persona cuidadora. Este servicio puede resultar útil en vacaciones, pero también a la hora de cubrir situaciones específicas como una enfermedad o intervención quirúrgica de la persona cuidadora, maternidad, motivos laborales, traslados, etcétera. Es un servicio que también se contempla como prestación en la Ley de Dependencia.
7. Asociaciones de familiares
Las asociaciones de familiares de personas con Alzheimer trabajan para ofrecer apoyo y servicios a las familias y afectados. En la página web de la Confederación Española de Alzheimer (CEAFA) se incluye un listado con asociaciones de toda España.
Os recomendamos acudir a la asociación más cercana a vuestro domicilio, ya que la mayoría cuentan con trabajadores sociales que os pueden orientar sobre los recursos sociales disponibles y las actividades que organizan.
Entre los servicios que ofrecen este tipo de asociaciones está el apoyo psicológico y jurídico, grupos de ayuda, conferencias, cursos, vacaciones terapéuticas para personas con demencia, excursiones, grupos de apoyo a la persona cuidadora, talleres de memoria y psicoestimulación, musicoterapia, etc.