La progresión de los ensayos clínicos de lecanemab
En la fase III de un ensayo clínico se verifican aspectos de seguridad y eficacia del fármaco que está en estudio y, si se da el caso, se compara con otros tratamientos utilizados. Si los resultados obtenidos en esta fase son suficientes y positivos, las agencias reguladoras de medicamentos pueden conceder la autorización y comercialización del fármaco estudiado con indicaciones específicas.
El fármaco lecanemab es un anticuerpo monoclonal. Los anticuerpos monoclonales tratan de imitar a los anticuerpos que nuestro cuerpo produce de forma natural en el contexto de la respuesta del sistema inmunitario a agentes extraños o a las vacunas.
Antes de llegar a la fase III, lógicamente, lecanemab pasó por las fases previas:
- En la fase I se evaluó su perfil de seguridad.
- En la fase II se observó que lecanemab reducía significativamente la acumulación de placas amiloides en el cerebro de pacientes con Alzheimer en etapas tempranas. También se evidenciaron signos de ralentización del deterioro cognitivo, lo que motivó su avance a estudios más amplios.
El estudio “Clarity”, que es como se bautizó a este ensayo clínico en fase III, se enfocó en comprobar si lecanemab podía modificar el curso de la progresión de la enfermedad de Alzheimer a partir de la eliminación de unas determinadas formas de la proteína β-amiloide en el cerebro de personas afectadas.
Durante 18 meses, 1.800 personas afectadas de deterioro cognitivo leve o en fase leve de demencia a consecuencia del Alzheimer participaron en este estudio. Mientras que unos participantes recibieron una inyección intravenosa de lecanemab, otros recibieron una sustancia inocua (placebo). Es un estudio “doble ciego”, que significa que, ni los miembros del equipo investigador ni las propias personas participantes o sus familiares saben quién recibe el fármaco o quién el placebo, para que ello no influya en la interpretación de los resultados.
Eficacia y efectos secundarios de lecanemab
Según los resultados presentados por las compañías farmacéuticas promotoras, este fármaco ralentizó un 27% el deterioro cognitivo en aquellas personas a las que se les suministró lecanemab respecto a quienes recibieron el placebo.
Aunque lecanemab ha demostrado resultados positivos de eficacia, también se ha asociado con efectos adversos. En este caso, los efectos secundarios que hay que vigilar de cerca son, principalmente, unas anormalidades detectables mediante técnicas de neuroimagen que pueden presentarse en forma de edema (inflamación) cerebral (ARIA-E) o de pequeñas hemorragias cerebrales (ARIA-H), efectos secundarios comunes también en otros tratamientos antiamiloides.
Estas anormalidades se han detectado en aproximadamente 2 de cada 10 personas tratadas con lecanemab. Aunque en la mayoría de casos las ARIAs son asintomáticas y reversibles, en un pequeño porcentaje de personas tratadas con lecanemab pueden causar síntomas graves e irreversibles. Por ello, es necesaria una monitorización cuidadosa de quienes reciben tratamiento con el fármaco.
Se ha visto que las personas portadoras de dos alelos 4 en el gen de la APOE (principal factor de riesgo genético para el desarrollo de Alzheimer esporádico) son más susceptibles de presentar este tipo de efectos secundarios.
Lecanemab: una corta pero intensa historia desde que vio la luz
En enero de 2023, se aprobó por vía acelerada lecanemab para el tratamiento del Alzheimer y, recibió la aprobación estándar por parte de esta misma entidad en julio de 2023.
El fármaco (nombre comercial, Leqembi) está destinado a personas con patología amiloide confirmada y se administra por infusión intravenosa cada dos semanas. Estas particularidades de determinación de las personas candidatas y la forma de administración hacen que, además de suponer elevados costes, la implementación en la práctica clínica sea hoy en día compleja.
Lecanemab, en cualquier caso, es el primer fármaco aprobado por vía tradicional por la FDA y otras agencias reguladoras del medicamento (hasta la fecha: China, Hong Kong, Israel, Japón, Corea del Sur y Reino Unido), que consigue modificar el curso de la enfermedad, ralentizando el deterioro cognitivo, lo que implica un avance significativo en la investigación del Alzheimer y un hallazgo esperanzador para las personas afectadas y sus familias, tras 20 años sin disponer de nuevos fármacos para el tratamiento específico de esta enfermedad.
Recientemente, la FDA ha aprobado un segundo fármaco, también un anticuerpo monoclonal, llamado donanemab. A pesar de estar igualmente sujeto a la necesidad de recorrido para poder analizar mejor sus efectos, es otro indicador de que la investigación en nuevos tratamientos para el Alzheimer está en un momento muy vivo. Actualmente, existen además otros compuestos que están siendo investigados, lo que podría permitir desarrollar más y mejores estrategias de diagnóstico precoz en un futuro cercano.
Por otro lado, el fármaco lecanemab se está estudiando actualmente también en personas cognitivamente sanas con evidencia de presentar acumulación de proteína beta amiloide en el contexto del estudio AHEAD, que incluye participantes del Barcelonaβeta Brain Research Center de la Fundación Pasqual Maragall.
La decisión de la agencia europea del medicamento
El 25 de julio de 2024 el Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP) de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), emite una opinión negativa sobre la autorización de comercialización de lecanemab para el tratamiento del deterioro cognitivo y demencia leve a causa de la enfermedad de Alzheimer.
Según el comité evaluador, el efecto observado en el fármaco para retrasar el deterioro cognitivo no contrarresta el riesgo de efectos secundarios graves asociados con el medicamento, que hemos mencionado anteriormente. En general, el CHMP ha considerado que los beneficios del tratamiento no son lo suficientemente grandes como para compensar los riesgos asociados a Leqembi.
Esta decisión no es definitiva, puesto que, tras la emisión de este dictamen, la compañía farmacéutica Eisai GmbH ha solicitado una reevaluación. Cabe esperar que pueda aportar nueva información sobre la evolución de los pacientes que están tratados con el medicamento en los países en los que está disponible. La EMA, pues, reevaluará su opinión y emitirá una recomendación final.
Algunas reflexiones finales
La trayectoria de la aprobación de nuevos fármacos para el Alzheimer tras más de 20 años sin novedades en este ámbito se inició en 2022, cuando otro fármaco (aducanumab) fue inicialmente aprobado por la FDA, pero su aprobación fue luego retirada a la espera de mayores evidencias para poder ser reevaluado.
De lo que no hay ninguna duda es de que la investigación en el campo del Alzheimer avanza significativamente, pero todavía queda mucho camino por recorrer.
El panorama invita al optimismo, claramente, pero se requieren más estudios de larga duración para determinar efectos a largo plazo y determinar exactamente su relevancia clínica y qué pacientes podrían beneficiarse.
Lecturas y enlaces de interés
-
- Fundación Pasqual Maragall. Disponer de tratamientos para el Alzheimer es una urgencia social.
-
U.S. Food and Drug Administration (FDA). La FDA convierte el proceso de aprobación de un nuevo tratamiento para la enfermedad de Alzheimer en una aprobación tradicional. FDA News Release, 6 jul 2023.
-
European Medicines Agency (EMA). Leqembi, lecanemab. Opinion, 4 aug 2024.
-
Pérez-Martínez, D. Lecanemab en la enfermedad de Alzheimer: ¿realmente estamos ante un cambio en el pronóstico de la enfermedad? Rev Neurol. 2023; 76(6): 185–188.
- Fundación Pasqual Maragall. Disponer de tratamientos para el Alzheimer es una urgencia social.
Publicado originalmente el 30 de septiembre de 2022, actualizado el 30 de septiembre de 2024.