Actualmente, un 10% de la población mundial sobrepasa los 60 años. Se estima que en el año 2050 este porcentaje puede llegar al 21% y superar los 2.000 millones de personas.
El envejecimiento de la población implica una serie de consecuencias que afectan considerablemente a diferentes aspectos de la sociedad, requiriendo de decisiones gubernamentales, entre ellas, económicas. Es de especial relevancia el impacto en las cuestiones sanitarias, lo que requiere de una revisión de los recursos, del sistema y de la estructura social y asistencial para atender esas necesidades específicas, entre las que los cuidados cobran especial relevancia.
El envejecimiento de la población y la economía de los cuidados
En paralelo al envejecimiento de la población crece la necesidad de provisión de cuidados y es fundamental que se dignifique y reciba la atención que merece el trabajo del cuidado hacia las personas mayores, visibilizando esta realidad y cubriendo adecuadamente las necesidades que de ello se derivan.
El envejecimiento de la población plantea nuevos enfoques a muchos niveles, entre ellos, el de la economía de los cuidados, en el que el colectivo de las personas mayores está ampliamente representado.
A continuación, revisamos cuáles son las perspectivas y tendencias hacia las que se dirige el sector de la economía de los cuidados, atendiendo particularmente a las personas mayores, según se recoge en el reciente documento de la Confederación Empresarial Española de la Economía Social (CEPES) “Los cuidados desde la economía social”:
- Ciudades inclusivas: si las ciudades fijan sus esfuerzos en ser espacios accesibles y centrados en los cuidados, se facilitará la socialización en un ambiente de comunidad.
- Cohousing: es un modelo que promueve la vivienda de tipo cooperativa. Está destinada a personas mayores de 50 años impulsando la vejez activa y la gestión del autocuidado.
- Desinstitucionalización: se basa en la promoción de la atención de las personas en el entorno comunitario con oferta adecuada de servicios.
- Fomento de la autonomía en la atención residencial: teniendo en cuenta que no todas las personas pueden contar con atención desinstitucionalizada, se apuesta por un cambio de modelo de atención en las residencias que fomente el empoderamiento de las personas en la toma de decisiones acerca de su vida. .
- Modelo centrado en la persona: este modelo de atención ha resultado de compleja ejecución. Para revertirlo, es fundamental que las entidades públicas se sumen para mejorar la calidad de vida de la ciudadanía.
- Modelo comunitario de los cuidados: este modelo propone un cambio en la atención de los cuidados, la cual se debe gestionar desde la comunidad, involucrando a los distintos agentes de la sociedad: públicos, privados y civiles. Su finalidad es encontrar la plena inclusión y romper con la fragmentación generacional.
El Alzheimer, una epidemia global
Disfrutar de más años de vida es, sin duda, un gran triunfo del desarrollo humano, pero obliga a dar respuesta a los retos que plantea el envejecimiento de la población.
Los avances médicos y la adopción de hábitos de vida más saludables están consiguiendo desplazar algunas discapacidades y problemas de salud graves hacia edades cada vez más avanzadas.
No obstante, la enfermedad de Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas están particularmente asociadas al envejecimiento. Se trata de condiciones para las que actualmente no tenemos a disposición tratamientos efectivos que eviten su aparición o retrasen su curso, aunque estamos viviendo un momento de esperanza ante nuevos fármacos.
Hay que tener en cuenta que la enfermedad de Alzheimer u otras formas de demencia afectan a una de cada 10 personas de más de 65 años y al menos a un tercio de las mayores de 85. Envejecer es, pues, el principal factor de riesgo para sufrirla.
El envejecimiento progresivo de la población y la ausencia de un tratamiento efectivo pueden provocar que el número de personas con demencia en el mundo se triplique en las próximas décadas. Así, la cifra de afectados podría pasar de los 50 millones actuales a 152 millones en el año 2050.
Es necesario poner todos los esfuerzos para evitar que esto suceda. En la Fundación Pasqual Maragall queremos que los años que le ganemos a la vida los vivamos con plenitud. Por esta razón trabajamos por un futuro libre de la enfermedad de Alzheimer, un futuro donde el envejecimiento de la población se asocie a experiencias positivas y no estrechamente ligado al desarrollo de deterioro cognitivo o demencia. La prevención es clave para conseguirlo. Así lo demuestra el hecho de que aunque la prevalencia del Alzheimer crezca en consonancia con el envejecimiento de la población, en aquellos países donde existe una mayor concienciación del efecto de los hábitos de vida saludables y el control de los factores de riesgo cardiovascular, la proporción de personas afectadas va disminuyendo. ¡Hay que seguir avanzando!
Publicado originalmente el 7 de septiembre de 2018, actualizado el 29 de septiembre de 2023.