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Cuidar a una persona con Alzheimer: tareas y aspectos relacionados

5 min lectura
25 septiembre, 2024
Índice de contenidos

    El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa que afecta a millones de personas en todo el mundo. Las personas diagnosticadas requieren atención y cuidado constante, lo que representa un desafío significativo para quienes cuidan de ellas, ya sean familiares o profesionales. En este artículo abordaremos las principales tareas y aspectos relacionados con cuidar a una persona con Alzheimer.

    Tareas derivadas de cuidar a una persona con Alzheimer 

    Cuidar a una persona con Alzheimer o con demencia por cualquier otra causa implica realizar una serie de tareas que se incrementan a medida que la enfermedad avanza. Según la Alzheimer’s Association1, estas tareas pueden dividirse en varias categorías esenciales:

    Asistencia en las actividades diarias

    Las personas responsables de cuidar a una persona con Alzheimer deben ayudar en tareas básicas, como bañarse, vestirse, comer y mantener la higiene personal. A medida que la enfermedad progresa, estas actividades requieren más tiempo y paciencia, ya que la persona con Alzheimer puede mostrar resistencia o confusión.

    Gestión de medicamentos

    Es importante que las personas cuidadoras supervisen la administración de medicamentos, asegurándose de que se tomen en el momento adecuado y en la dosis correcta. La confusión causada por el Alzheimer puede llevar a errores peligrosos si no se supervisa adecuadamente.

    Mantenimiento de la seguridad

    El Alzheimer afecta las capacidades cognitivas, lo que puede resultar en comportamientos que pueden conllevar riesgos, como la deambulación sin propósito aparente. Prevenir accidentes y proporcionar un entorno seguro se convierte en una prioridad. Esto puede incluir instalar sistemas de cierre adicionales, retirar objetos potencialmente peligrosos o revisar la adecuación de la iluminación, entre otras cosas. 

    Apoyo emocional y social

    Proporcionar compañía y apoyo emocional también forma parte de cuidar a una persona con Alzheimer. Es importante involucrarla en actividades de estimulación que mantengan su mente activa y le ayuden a mantener conexiones sociales, lo cual es esencial para su bienestar general.

    Gestión de la salud general

    A medida que avanza la enfermedad, la persona con Alzheimer puede desarrollar complicaciones de salud que requieran atención médica adicional. Las personas cuidadoras deben estar atentas a los cambios en la salud y coordinar la atención con profesionales de la salud para asegurar un manejo adecuado y holístico del bienestar de la persona con demencia.

    Es necesario que las personas que se encargan de cuidar a una persona con Alzheimer busquen apoyo y recursos que les ayuden a manejar estas responsabilidades de manera efectiva y sostenible para su propio bienestar.

    Las responsabilidades de cuidar a una persona con Alzheimer son crecientes

    El cuidado de una persona con Alzheimer no solo implica las tareas mencionadas anteriormente, sino que estas responsabilidades se incrementan a medida que la enfermedad avanza. En la fase de deterioro cognitivo leve la persona suele requerir ayuda ocasionalmente, pero, con la progresión de las fases de la enfermedad, las necesidades de asistencia se vuelven más frecuentes y relacionadas con cuestiones cada vez más personales.

    Al principio, una persona cuidadora puede encontrarse ayudando en tareas como la gestión del calendario, la organización de las finanzas y la supervisión general de tareas cotidianas. Sin embargo, con el tiempo, estas responsabilidades se expanden para incluir la asistencia constante en las actividades diarias relacionadas con el cuidado personal, la supervisión durante todo el día y, eventualmente, la provisión de cuidados de salud más complejos.

    Además, la enfermedad a menudo provoca cambios en la conducta y en las habilidades de comunicación de la persona afectada, lo que puede ser especialmente difícil de manejar para la persona responsable de cuidar a una persona con Alzheimer . Los comportamientos erráticos, la confusión, la irritabilidad o cierta agresividad son comunes, y las personas cuidadoras deben aprender a manejarlos con calma y empatía, utilizando estrategias que minimicen el estrés tanto para la persona con Alzheimer como para ellas mismas.

    Finalmente, es importante destacar que la persona cuidadora puede no reconocer de inmediato cuándo estas responsabilidades se vuelven demasiado exigentes. La progresión gradual del Alzheimer hace que las tareas de cuidado vayan en aumento, lo que puede llevar a una sobrecarga física y emocional significativa. En este punto, es esencial que la persona cuidadora reconozca la necesidad de apoyo, ya sea de otros miembros de la familia, amistades, profesionales o instituciones.

    Cuidar a una persona con Alzheimer impacta en muchas esferas de la vida

    El impacto de cuidar a una persona con Alzheimer se extiende mucho más allá de las tareas diarias; afecta profundamente en todas las esferas de la vida de la persona cuidadora. Las tensiones asociadas con el cuidado de una persona con Alzheimer son multifacéticas:

    1. Tensiones físicas. Las personas cuidadoras a menudo experimentan agotamiento físico debido al esfuerzo requerido para proporcionar asistencia con las necesidades personales, el mantenimiento del hogar y la vigilancia constante. Esto puede resultar en problemas de salud, como dolores musculares, insomnio y una disminución general de la vitalidad.
    2. Tensiones financieras. El cuidado de una persona con Alzheimer es costoso, ya que los gastos pueden incluir desde medicamentos hasta adaptaciones en el hogar y, en muchos casos, la contratación de ayuda externa. Estos costes pueden llevar a una presión financiera significativa.
    3. Tensiones emocionales. La carga emocional derivada de presenciar el deterioro de un ser querido, combinada con la responsabilidad de su cuidado, puede llevar a sentimientos de aislamiento, ansiedad y depresión. La persona cuidadora, en consecuencia, puede experimentar un duelo continuado
    4. Tensiones sociales. A medida que la demencia progresa, tanto la persona afectada como la persona cuidadora tienden a aislarse socialmente. Las interacciones sociales pueden disminuir drásticamente, lo que agrava los sentimientos de soledad y aislamiento.
    5. Impacto en la salud mental. La combinación de las tensiones físicas, financieras, emocionales y sociales puede llevar a una disminución significativa en la salud mental de la persona encargada de cuidar a una persona con Alzheimer. Es común que las personas cuidadoras desarrollen trastornos como depresión, ansiedad y, en algunos casos, síntomas de estrés postraumático.

    Dado el impacto multifacético de cuidar a una persona con Alzheimer, es necesario que las personas cuidadoras busquen activamente apoyo y recursos para poder cuidar también de su propia salud.

    Consejos para que la persona cuidadora atienda sus propias necesidades

    Es fundamental que las personas cuidadoras también cuiden de sí mismas para poder continuar brindando el mejor cuidado posible a sus seres queridos. A continuación, se ofrecen algunos consejos prácticos:

    1. Tomarse tiempo para sí misma. Es importante que la persona cuidadora encuentre tiempo para realizar actividades con las que disfrute y que le permitan desconectar del cuidado diario. Esto puede incluir paseos, aficiones o, simplemente, tiempo para descansar.
    2. Buscar apoyo. No hay que temer pedir ayuda. Involucrar a otros miembros de la familia, amigos o grupos terapéuticos o psicoeducativos puede aliviar la carga y proporcionar el apoyo emocional necesario.
    3. Informarse y formarse. Cuanto más informada esté la persona cuidadora, mejor podrá manejar las diversas situaciones que surgen al cuidar a una persona con Alzheimer. Participar en talleres, leer materiales educativos y conectar con otras personas en situaciones similares puede ser muy beneficioso.
    4. Cuidar la salud física y mental. Mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y asegurar un buen descanso son fundamentales para la salud de la persona cuidadora. Además, prestar atención a los signos de estrés y buscar ayuda profesional cuando sea necesario es esencial para evitar o reducir el agotamiento.
    5. Planificar para el futuro. Anticiparse a las necesidades futuras, adaptarse al cambio y planificar en consecuencia puede reducir el estrés. Esto incluye aspectos legales, financieros y médicos que deben ser discutidos y resueltos con antelación.

    Cuidar a una persona con Alzheimer es una tarea desafiante, pero, con el apoyo adecuado y el conocimiento necesario, las personas cuidadoras pueden llegar a ofrecer unos cuidados de calidad mientras se cuidan a sí mismas.

    Referencias y enlaces de interés


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