El valor del vínculo: actividades intergeneracionales
Cuando hablamos del cuidado y bienestar de las personas mayores, debemos tener en cuenta todas las actividades posibles que ayuden a mejorar su calidad de vida. Una de las estrategias más destacadas es la puesta en práctica de actividades intergeneracionales, que han mostrado tener muchos beneficios.
La Dra. Sacramento Pinazo-Hernandis, doctora en Psicología y profesora de Psicología Social de la Universidad de Valencia, es una gran experta en estudios y procesos de acompañamiento al envejecimiento. En este artículo, nos ofrece una interesante visión acerca de los beneficios de las actividades intergeneracionales en las personas mayores, con o sin deterioro cognitivo, pero también en los participantes de generaciones más jóvenes.
Las actividades intergeneracionales como generadoras de sentido vital
Se conoce como actividades intergeneracionales a aquellas interacciones y relaciones significativas entre personas que pertenecen a diferentes generaciones, y que pueden darse de manera espontánea en el entorno familiar o pueden ser organizadas como programas específicos. Si son organizadas, se llaman programas intergeneracionales y permiten a las personas participar de manera conjunta en programas diseñados para fomentar la interacción y el aprendizaje mutuo, la cooperación, la interacción y el intercambio entre las generaciones. Las actividades intergeneracionales buscan promover el respeto, la comprensión, el entendimiento mutuo, reducir los estereotipos negativos relacionados con la edad (edadismo) y contribuir al desarrollo de una sociedad inclusiva y cohesionada para todas las generaciones. Además, promueven el encuentro, la interacción y el intercambio de conocimientos entre personas de diferentes edades.
La Unión Europea ha señalado la solidaridad entre generaciones como un eje clave en la construcción de políticas sociales que promuevan el envejecimiento activo y el respeto intergeneracional. A través de talleres artísticos, proyectos comunitarios, sesiones educativas y actividades deportivas, entre otras muchas, se rompen estereotipos relacionados con la edad, se fortalecen los lazos entre generaciones y, al contribuir al vínculo entre personas, también se combate la soledad y el aislamiento social. Las actividades intergeneracionales ofrecen una amplia gama de beneficios tanto para las personas mayores como para las jóvenes participantes. Algunos ejemplos son:
- Impacto en la salud física y mental de los mayores.
- Una mejora en su estado de ánimo, promoviendo una sensación de bienestar general.
- Una mejora en la calidad de vida y reducción de la soledad.
- Estímulo cognitivo e impacto emocional positivo, devolviendo a las personas mayores el sentido de utilidad y pertenencia, ayudándoles además a recordar momentos de su infancia y juventud.
¿Qué beneficios tienen las actividades intergeneracionales para mayores y jóvenes?
Los beneficios de las actividades intergeneracionales para las personas mayores son claros y han sido evaluados en diversas investigaciones:
- Mejora del bienestar emocional: reducción de la soledad, la ansiedad y los síntomas depresivos.
- Estimulación cognitiva: actividades como juegos, conversación, arte o música pueden favorecer funciones como la memoria, la atención y el lenguaje.
- Sentido de pertenencia y utilidad: al compartir conocimientos o habilidades, las personas mayores sienten que siguen contribuyendo a su comunidad.
Pero, además, benefician a las generaciones jóvenes:
- Desarrollo de valores: se fomenta el respeto, la empatía y la responsabilidad social.
- Enriquecimiento cultural: mediante el acceso a relatos, tradiciones y saberes de generaciones anteriores.
- Adquisición de habilidades emocionales y sociales: interactuar con personas mayores favorece la escucha activa, la paciencia y la capacidad de adaptación.
Otro factor importante es que pueden tener un impacto social, sobre todo cuando las actividades intergeneracionales se desarrollan en el ámbito comunitario (barrio, municipio):
- Reducción de estereotipos, pues se combate el edadismo al mostrar una visión más realista y positiva del envejecimiento.
- Fortalecimiento del tejido comunitario al promover relaciones de reciprocidad y solidaridad.
- Cohesión social al integrar distintas generaciones en espacios comunitarios de aprendizaje y colaboración mutua.
Las actividades intergeneracionales con personas con Alzheimer
En el caso de las personas con Alzheimer, existe una preocupación por mantener las capacidades cognitivas como motor de bienestar y calidad de vida. La evidencia científica destaca que implicar a las personas con Alzheimer en actividades que les resulten placenteras o que estén vinculadas con antiguos roles laborales o pasatiempos puede proporcionar un sentido de propósito y significado. Estas actividades, denominadas actividades significativas, conllevan una participación activa, y están relacionadas con intereses personales y trayectorias de vida previas. Su principal valor radica en que satisfacen necesidades psicológicas fundamentales como la identidad, la autonomía y la pertenencia.
Las actividades significativas incluyen una amplia gama de acciones, entre ellas, actividades de ocio, recreación, tareas domésticas, participación social y actividades vinculadas con el trabajo. La capacidad de seguir participando en este tipo de experiencias es fundamental para preservar la identidad personal y para que la vida tenga sentido.
En el contexto del Alzheimer, la pérdida progresiva de memoria compromete también habilidades construidas a lo largo de la vida, lo que podría llevar a erosionar la identidad. Estudios recientes señalan que las actividades adaptadas específicamente a los intereses y capacidades de las personas con Alzheimer son más eficaces para abordar los síntomas conductuales y psicológicos asociados a la demencia y mejorar la calidad de vida de aquellas que no tienen un significado particular para la persona.
Los programas intergeneracionales han demostrado promover la cooperación entre generaciones y el bienestar emocional para todas las partes implicadas, fomentando así los vínculos afectivos. Diversos estudios documentan mejoras en la calidad de vida, reducción de ansiedad y aumento de la calidad de vida en personas con Alzheimer. La participación en actividades intergeneracionales puede ser fuente de estímulos positivos y contribuir a reducir comportamientos desafiantes. Por ejemplo, las personas con Alzheimer pueden ser más proactivas y felices a la vez que reducen su tristeza y ansiedad cuando participan en actividades intergeneracionales, además de verse favorecida su conexión con el entorno y contribuir a mantener un buen estado de salud general.
El beneficio de las actividades intergeneracionales es multidimensional
La participación en actividades intergeneracionales ha mostrado tener múltiples beneficios que favorecen la calidad de vida y el bienestar de las personas implicadas. En particular, en personas con Alzheimer, diversos estudios han mostrado un impacto positivo en estos aspectos:
Cognitivo
Este tipo de actividades contribuyen a mantener el cerebro activo mediante la interacción y el aprendizaje conjunto. La interacción con generaciones más jóvenes implica la participación en conversaciones, juegos, música o actividades creativas, lo cual estimula la memoria, la atención y otras funciones cognitivas. Este tipo de estimulación puede contribuir a ralentizar el avance de los síntomas de la demencia.
Social
Las actividades intergeneracionales favorecen la reducción del aislamiento y la soledad. Las personas con Alzheimer, especialmente en fases moderadas o avanzadas, suelen experimentar aislamiento social. Este tipo de actividades ofrecen una oportunidad significativa para establecer vínculos sociales y sentirse parte de una comunidad, lo que reduce sentimientos de soledad, depresión y ansiedad.
Psicológico
Se refuerza la autoestima al posibilitar que las personas puedan compartir su historia, habilidades y saberes, y mejorar el estado de ánimo. Las actividades intergeneracionales pueden promover emociones positivas y disminuir comportamientos desafiantes. Participar en actividades donde las personas con Alzheimer pueden compartir historias, experiencias o habilidades con los más jóvenes puede generar un renovado sentido de utilidad, orgullo y propósito.
Interpersonal
Las actividades intergeneracionales ayudan a mantener vínculos afectivos y a fomentar la empatía, el respeto y la comprensión entre generaciones. La interacción con niños y jóvenes suele despertar emociones positivas, como alegría, afecto y entusiasmo. Estas emociones ayudan a mejorar el estado de ánimo general y pueden disminuir comportamientos desafiantes comunes en personas con Alzheimer, como la agresividad o la apatía.
El contacto entre generaciones promueve la comprensión mutua. Los jóvenes aprenden a ver el Alzheimer desde una perspectiva más humana y compasiva, mientras que los mayores se benefician del afecto y la energía de los jóvenes. Esta conexión puede cambiar las percepciones sociales sobre el envejecimiento y las enfermedades neurodegenerativas.
Seguridad y orientación
Las rutinas compartidas de manera cotidiana proporcionan seguridad y orientación. Las actividades regulares y estructuradas ayudan a las personas con enfermedad de Alzheimer a sentirse más seguras y orientadas. Las sesiones intergeneracionales, cuando se programan con constancia, pueden convertirse en momentos esperados que dan estructura a sus días.
La digitalización de los servicios públicos, si no se acompaña de alternativas presenciales y medidas inclusivas, puede aumentar la frustración y la exclusión social. La brecha digital en personas mayores conlleva dificultades para realizar trámites sencillos en línea, lo que puede derivar en la renuncia a derechos, dependencia de terceros y mayor riesgo de aislamiento.
Garantizar la asistencia presencial no es solo una cuestión de calidad de servicio: es un derecho respaldado por la legislación y esencial para la accesibilidad universal. Obliga a las administraciones a ofrecer atención personalizada y a adaptar los procedimientos para que ninguna persona quede atrás por motivos tecnológicos, económicos o de capacidad.
Propuestas prácticas de actividades intergeneracionales en casa
Incorporar actividades intergeneracionales en el entorno doméstico puede tener un impacto positivo en cualquier persona y, sin duda, en personas con Alzheimer y en sus familiares. Veamos algunas propuestas:
Arte y creatividad
Pintar, dibujar o realizar manualidades juntos promueve la expresión no verbal y fortalece vínculos, mejora el bienestar emocional y cognitivo.
Música compartida
Cantar, escuchar música, bailar o tocar instrumentos evoca recuerdos significativos y mejora la interacción social.
Cocinar en familia
Preparar una comida permite estimular los sentidos, fomentar la autoestima y reforzar la identidad personal. Asociada a la reminiscencia, preparar recetas familiares permite evocar recuerdos y fomentar la interacción social. La cocina involucra múltiples sentidos y puede mejorar la autoestima al permitir que la persona con Alzheimer contribuya activamente a algo que va a compartir toda la familia: un buen manjar. La reminiscencia asociada a la cocina ha mostrado beneficios en la memoria y el estado de ánimo.
Jardinería y cuidado de animales domésticos en compañía
La jardinería y el cuidado de animales domésticos compartida entre generaciones permite la estimulación sensorial, el ejercicio físico moderado y la conexión emocional. Plantar, cuidar y cosechar son tareas que, además de significativas, han demostrado reducir la ansiedad y mejorar la concentración.
Reminiscencia con fotografías y objetos
El uso de la reminiscencia implica evocar recuerdos mediante fotografías, objetos o música. Puede realizarse de forma individual o grupal, idealmente con participación familiar. La creación de un libro o cuaderno de historia de vida fortalece la identidad personal y favorece la interacción. Esta intervención, cuando está bien guiada, también contribuye a la reducción de síntomas depresivos y mejora la interacción social. Revisar álbumes de fotos y compartir historias personales ayuda a reforzar la identidad y mejorar la comunicación.
Estimulación cognitiva en casa
Actividades como leer o participar ayudan a mantener la mente activa. Incluir actividades significativas en la rutina diaria contribuye al bienestar general y reduce el aislamiento. Las personas cuidadoras deben ayudar a las personas con Alzheimer a seguir participando en actividades personalmente significativas, comprendiendo mejor los deseos y necesidades de la persona de participar en actividades e identificando formas variadas de mantener la conexión con el entorno.
Llevar a cabo este tipo de actividades en el entorno doméstico no solo beneficia a la persona con Alzheimer, sino que también fortalece las relaciones familiares y promueve una comprensión mutua entre generaciones. Es muy importante adaptar las actividades a las capacidades y preferencias individuales, asegurando un entorno seguro y de apoyo. Sin embargo, es fundamental tener presente que no es lo mismo hacer actividades con niños y niñas que tratar a la persona mayor como tales, por lo que no hay que infantilizar a las personas mayores.
Motivos para fomentar las actividades intergeneracionales
Como hemos visto, las actividades intergeneracionales ofrecen una serie de beneficios significativos para las personas mayores, así como para las personas que viven con Alzheimer. Son una forma de enriquecer la vida emocional y social de las personas mayores, y también pueden influir positivamente en su bienestar cognitivo y físico. Además, fortalecen la cohesión social, transforman las percepciones del envejecimiento y promueven entornos inclusivos. Integrarlas como parte del día a día familiar y comunitario debe considerarse una estrategia clave dentro de un enfoque de envejecimiento activo, digno y saludable.
Las actividades intergeneracionales no solo enriquecen la vida de las personas con enfermedad de Alzheimer, sino que también crean entornos más inclusivos, solidarios y empáticos para todas las generaciones.
Dra. Sacramento Pinazo-Hernandis
Fundación Pilares
Grupo de Investigación BestAGING. Universidad de Valencia.
Referencias y enlaces de interés
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