Escoger un regalo para una persona con Alzheimer en Navidad

Escoger un regalo para una persona con Alzheimer en Navidad

8 min lectura
10 diciembre, 2025
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    Las fiestas de Navidad pueden ser un buen motivo para compartir, celebrar y demostrar nuestro afecto a las personas que queremos. Los regalos, más allá de su valor material, son una forma de expresar lo que sentimos, el cuidado que tenemos por nuestros seres queridos y la atención que les dedicamos, mostrando nuestro cariño. En el caso de las personas con Alzheimer, este gesto puede tener un significado especial: elegir un regalo adecuado puede contribuir a su bienestar, facilitar su día a día o ayudar a mantener su conexión emocional con su entorno.

    Escoger el regalo más apropiado para una persona con Alzheimer requiere tener en cuenta la fase de la enfermedad en que se encuentre la persona y sus capacidades, así como sus necesidades, gustos e historia personal. Es aconsejable pensar en la intención principal del regalo, si es que la hay: si se busca promover la autonomía, estimular la mente, ofrecer comodidad o, simplemente, generar una emoción positiva. 

    En este artículo, la Dra. Sandra Poudevida, psicóloga clínica y terapeuta sénior de la Fundación Pasqual Maragall, ofrece algunas ideas y orientaciones que pueden servir de guía para escoger el detalle más adecuado en estas fechas tan especiales.

    Regalos prácticos para el día a día

    Una buena opción es optar por regalos que faciliten la vida diaria y ayuden a mantener la autonomía de la persona durante el mayor tiempo posible. Estos obsequios tienen un valor funcional, pero también simbólico, ya que transmiten apoyo y confianza hacia sus necesidades del día a día.

    • Entre las ideas más útiles se encuentran los teléfonos móviles sencillos, con botones grandes y pantallas claras, diseñados para personas mayores o con dificultades cognitivas. Permiten comunicarse fácilmente con familiares o con su red social y aportan seguridad a las personas afectadas al saber que pueden pedir ayuda si la necesitan o, simplemente, amortiguar su soledad si es el caso.
    • También se pueden considerar prendas de ropa pensando en la facilidad de su uso. Es preferible optar por cierres mediante velcros, cremalleras o magnéticos, antes que por cierres con botones o cordones. Esto se puede aplicar a jerséis o camisas, calzado (siempre priorizando la comodidad y la estabilidad), bolsos (mejor pequeños y cruzados), etc.  Este tipo de regalos contribuye a que la persona conserve parte de su autonomía y comodidad a la hora de vestirse.
    • Otra alternativa son los relojes digitales con números grandes, algunos de los cuales incorporan funciones adicionales como la fecha, la hora en voz o alarmas para recordar tareas o la toma de medicación. Asimismo, los calendarios con espacio para anotar citas, cumpleaños o rutinas también pueden resultar de gran ayuda.
    • Por último, los artículos de iluminación inteligente (como lámparas con sensor de movimiento o luces nocturnas automáticas) mejoran la seguridad en el hogar y reducen el riesgo de caídas, especialmente durante la noche, dando también tranquilidad a las personas cuidadoras. En la misma línea, los objetos de uso diario ergonómicos, como abrelatas, cubiertos o vasos diseñados para un agarre más sencillo, pueden tener un impacto muy positivo en su día a día.

    Regalos que estimulen la memoria y la cognición

    Mantener la mente activa es uno de los pilares para favorecer el envejecimiento saludable y que las capacidades cognitivas puedan mantenerse durante más tiempo. Los regalos que fomentan la estimulación cognitiva y la participación en actividades agradables pueden ser una excelente elección.

    Entre las opciones más populares se encuentran:

    • Los juegos de mesa adaptados, como dominós con piezas grandes, puzles con pocas piezas (pueden personalizarse con fotos significativas) o juegos de asociación de imágenes y palabras. Estas actividades estimulan la atención, la memoria y la coordinación, además de ofrecer una oportunidad para disfrutar en compañía.
    • También pueden resultar adecuados los libros donde predomine el contenido visual o las lecturas sobre temas que le resulten familiares o que les evoquen recuerdos agradables (sobre su ciudad, un acontecimiento histórico que vivieron con cierta intensidad, etc.). En fases leves o moderadas, los libros con letra grande o adaptados a lectura fácil pueden seguir siendo una buena opción para mantener el hábito lector.
    • Otra alternativa son los dispositivos de audio con música personalizada. Escuchar canciones vinculadas a momentos significativos de la vida puede despertar recuerdos, mejorar el estado de ánimo y reforzar la identidad. La música tiene un poder terapéutico reconocido, especialmente en personas con Alzheimer, ya que puede mantener la conexión con las emociones incluso cuando la memoria se ve afectada.
    • También se pueden incluir actividades creativas, tales como mandalas para colorear, pinturas por números o kits de manualidades adaptadas (hoy en día personalizables también con fotos familiares, como por ejemplo un lienzo para pintar un cuadro). Estas propuestas fomentan la expresión, la motricidad fina y el disfrute, sin importar tanto el resultado como el proceso.

    Regalos que promuevan la autonomía y la comodidad

    A medida que la enfermedad avanza, es habitual que las personas con Alzheimer requieran cada vez más ayuda para realizar algunas tareas cotidianas. En este contexto, los regalos que facilitan la autonomía y la comodidad son especialmente valiosos, ya que pueden aumentar la confianza de la persona afectada y aliviar en cierta medida a las personas que cuidan.

    • Los productos de apoyo para la movilidad —como bastones ligeros, sillas con respaldo ergonómico o calzado antideslizante— contribuyen a mejorar la seguridad y a mantener la actividad física. También pueden considerarse dispositivos como relojes con localizador GPS, que ofrecen tranquilidad tanto a la persona como a su entorno, al permitir localizarla en caso de desorientación, salida de su zona habitual o pérdida.
    • Otra opción son marcos digitales adaptados que permiten mostrar fotografías familiares, vídeos o mensajes grabados de familiares o seres queridos. También son útiles las tabletas diseñadas con pantallas grandes y sistemas sencillos para interactuar, pensados para personas mayores o con deterioro cognitivo.

    Regalos emocionales y personalizados

    Los regalos más valiosos no siempre son los más costosos, sino aquellos que tocan las emociones y refuerzan el vínculo con la persona. Los obsequios con valor sentimental pueden aportar bienestar, estimular recuerdos y fortalecer la conexión afectiva con el entorno y promover relaciones intergeneracionales.

    • Un ejemplo clásico son los álbumes o cajas de recuerdos, que pueden incluir fotografías familiares, postales, dibujos, objetos con historia o pequeñas notas con mensajes cariñosos. También pueden crearse cojines o tazas personalizados con imágenes de familiares o lugares significativos, que la persona reconozca y asocie con momentos felices. Las mantas con peso ofrecen sensación de calma y seguridad. Otros productos sensoriales, como peluches con sonido o textura suave, les pueden brindar compañía, cariño y la oportunidad de sentir que cuidan. 

    En fases más avanzadas, estos elementos pueden resultar especialmente reconfortantes y ayudan a reducir la ansiedad. En la misma línea, los productos para el bienestar y la relajación, como difusores de aromas suaves, mantas eléctricas o reproductores de sonidos naturales, pueden ayudar a crear un entorno tranquilo y agradable, muy importante para el equilibrio emocional.

    • Otra idea son las experiencias compartidas que también pueden ser un regalo en sí mismas: dar un paseo por un lugar conocido, visitar un mercado navideño tranquilo, cocinar juntos una receta tradicional o escuchar (o incluso bailar) música de su época. Más que el hecho, lo importante es el momento de conexión y el tiempo compartido.
    • Por último, puede considerarse rescatar aficiones o intereses del pasado. Si la persona disfrutaba de la jardinería, un pequeño kit de plantas fáciles de cuidar puede resultar un bonito detalle. Si le gustaba la cocina, se puede preparar un recetario familiar con ilustraciones. Si le apasionaba la música, una lista personalizada con sus canciones preferidas puede ser un regalo lleno de significado.

    Estos regalos refuerzan el sentido de identidad, estimulan la memoria emocional y contribuyen al bienestar psicológico, tanto de la persona con Alzheimer como de sus familiares, seres queridos y personas cuidadoras.

    Consideraciones según la fase de la enfermedad

    Cada fase de la enfermedad de Alzheimer implica cambios en la memoria, el comportamiento y la autonomía. Por eso, es recomendable adaptar los regalos a la fase de la enfermedad, de manera que resulten útiles, comprensibles y, sobre todo, gratificantes.

    • En la fase leve, la persona suele mantener una buena autonomía y conserva muchas de sus habilidades. En este momento, pueden ser adecuados los regalos que fomenten la actividad mental y física, como libros, calendarios adaptados, dispositivos electrónicos sencillos o actividades sociales y culturales (algunos museos cuentan con programas adaptados a este colectivo). También son buenas opciones la música, la lectura, los talleres temáticos (teniendo en cuenta sus gustos o aficiones, como la cocina o la decoración) o la participación en actividades familiares. Los juegos de mesa o ver una película en compañía pueden resultar estímulos muy valiosos para una persona con Alzheimer.
    • En la fase moderada, comienzan a aparecer más dificultades en la memoria reciente y en la realización de tareas cotidianas. No hay que insistir en las actividades que la persona afectada ya realiza con dificultad y se debe tener en cuenta su disminución de la capacidad de utilizar aparatos nuevos o desconocidos. En este punto, los regalos más adecuados son los simples, visuales y fáciles de usar, siempre adaptados a sus capacidades. Algunas opciones de puzles con pocas piezas, juegos de mesa como el dominó o el parchís (se pueden simplificar las reglas o reducir las fichas), libros con ilustraciones y contenidos significativos, etc.
    • En la fase avanzada, el lenguaje y la movilidad pueden verse más afectados, pero las emociones y la sensibilidad permanecen. Los regalos centrados en la estimulación sensorial y emocional son los más adecuados para una persona con Alzheimer en esta etapa: peluches o muñecos terapéuticos, música relajante, aromas suaves, masajes con cremas o mantas pesadas. Estos detalles pueden contribuir a reducir la ansiedad y a generar una sensación de calma y bienestar. Hay que tener en cuenta que una manualidad o una labor hecha y entregada por un nieto u otro ser querido difícilmente tendrá competencia.

    En todos los casos, conviene recordar que el objetivo principal no es tanto el objeto en sí, sino el gesto, la atención y el cariño que transmite. El mejor regalo será siempre aquel que logre conectar con la persona, respetando su dignidad y favoreciendo su bienestar.

    Un regalo que también acompaña a quienes cuidan

    No debe olvidarse que las personas cuidadoras también merecen un reconocimiento. La Navidad puede ser un momento idóneo para ofrecerles tiempo, apoyo o descanso, que son regalos de gran valor. Detalles como una tarde libre, una actividad relajante o una pequeña ayuda práctica pueden marcar una gran diferencia en su bienestar y su sensación de no estar solos.

    Cuidar de alguien con Alzheimer requiere energía, paciencia y amor, y cuidar de quien cuida es una forma indirecta de cuidar también a la persona afectada. Compartir estos momentos en familia contribuye a que todos puedan disfrutar de las fiestas de una manera más tranquila y significativa.

    En definitiva, escoger un regalo para una persona con Alzheimer en Navidad (o en cualquier otro momento) no es una tarea complicada si se pone el acento en lo que realmente importa: la conexión entre personas, la empatía y el bienestar compartido. Los mejores regalos son aquellos que se adaptan a las necesidades y capacidades de la persona, que despiertan emociones positivas y que favorecen la participación y el vínculo afectivo.

    Más que buscar un objeto perfecto, se trata de ofrecer una muestra de afecto y comprensión, un gesto que recuerde que, más allá de la enfermedad, sigue habiendo una persona con historia, emociones y deseos.

    Preguntas frecuentes

    ¿Cómo elegir un regalo según la fase del Alzheimer?

    En fases iniciales, puede ser buena opción decantarse por juegos de complejidad adecuada a la capacidad e interés de la persona u objetos personales. En cambio, en fases avanzadas, es preferible optar por objetos sensoriales, productos que incrementen la comodidad y elementos que favorezcan la tranquilidad.

    ¿Son recomendables los regalos tecnológicos para personas con demencia?

    Sí, siempre que estén adaptados a la capacidad de uso de la persona y/o a la utilidad que le aporten. Algunos ejemplos son: relojes localizadores, marcos digitales o dispositivos que permitan programar recordatorios.

    ¿Qué regalos ayudan a mejorar el bienestar diario?

    Siempre estarán relacionados con cada situación particular, que conviene analizar detenidamente. Entre los regalos que suelen favorecer el bienestar diario podemos decantarnos por ropa cómoda, productos aromáticos u otros elementos, como cojines o mantas de sofá, que favorezcan rutinas relajantes.

    Referencias y enlaces de interés

    Publicado originalmente el 1 de diciembre de 2022, actualizado el 10 de diciembre de 2025.

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